martes, 29 de junio de 2010

RETO DE GRANDES

La lectura democrática de los lideres que participamos -de alguna manera perfiles altos, medios y bajos, visibles o no- y que pretendemos ser grandes en un futuro político tanto de los 9 y de los 3.6 millones de votos depositados a cada proyecto en las recientes elecciones presidenciales, debe ser para todos nosotros retar la monstruosa y legendaria abstención –incredulidad ciudadana por la mediocridad política dominante-, 55 por ciento a nivel nacional y un punto de referencia local regional de un 70 por ciento en Barranquilla.
Creo que debe pesar más el compromiso de los lideres Verdes, pues lo fuerte mostrado por el Partido es lo cultural pedagógico y de generar confianza en la legalidad. Una constante de atracción futurista para mostrarles al montón de ciudadanos corrientes e independientes.
Haciéndole una carta de recomendación personal a un amigo y ex compañero de trabajo, este me sugirió que le adhiriera más contenido a la carta, pues según sus palabras yo de tanto escribir podría compartir honores con el Nobel García Márquez, me lo creí con bajo perfil, puesto que en una sociedad en donde su generación viviente no fundamentara y cosechara ideales y sueños de conquista, estaría condenada de por vida a su mediocridad, desinterés y conformismo y a una vejez prematura fisica, mental y moral de todo su vecindario.
Influyente si fue y es para la literatura colombiana y latina la consecución de la nobleza alcanzada por el Nobel García Márquez, pero en sí, no tuvo o no ha tenido una relevancia por un cambio social, sería mas propositivo en el hoy y el ahora, infundir en la pluma y la creatividad del pensamiento en esta presente generación, la consecución de la Nobleza Política para que los intereses de nuestra sociedad trasciendan a los personalizados intereses creados en los ejercicios públicos en donde se toman las grandes decisiones de un país.
El compromiso es la respuesta valiente de quienes desean ser protagonistas de la historia personal y social. Lo escribió un Grande, Juan Pablo II.
Me acordaré todas las veces posibles para bien y refuerzo de mi propia personalidad de aquel que escribió con optimismo que: ser grande es no desanimarse nunca.
Ya habiendo un ganador en los resultados de los comicios presidenciales para el próximo periodo gubernamental es recomendable para una sociedad madura y de consenso, que se le observe y se le verifique todo el engranaje de sus políticas sociales a implementar, y para tal caso de la llamada unidad nacional, ojalá la podamos en un tiempo prudente escribirla con mayúsculas de acuerdo a su trazado lineamiento a favor de los desarraigados conciudadanos que socavan en la miseria y la desdicha entre millones de seres humanos colombianos.
Me resigno y aprendo que perdiendo y no bajando la guardia para ser Grande como ciudadano argumentativo en opinión y ojalá ejerciendo labores sociales y públicas, porque siento que con la pluma de la opinión me inspira mayor material ideológico, ya que uno pasa de ser partícipe -de alguna manera- de la esperanza propuesta, a la incertidumbre propuesta de quienes ganaron la contienda. Ojalá se preserve o se acoja a una esperanza colectiva sin distingo partidista y menos clientelista, sino en bien de los ya nombrados conciudadanos que sin patria y sin dolientes a causa de la brecha de las desigualdades sociales ¡aun así subsisten!
Reto y me reto, a quienes nos apasiona irrumpir en la historia aprovechando el tiempo de nuestra existencia a que nuestra política sea Grande y Noble. Con buena pluma y creatividad.
Saludo. Julio

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