miércoles, 17 de junio de 2009

PAZ PARA COLOMBIA

Un manual para seguir y acosar a personas calificadas como opositores tenía el DAS. Una organización de intereses oscuros creada por este organismo en el año 2005. Elaborado por un Grupo de inteligencia G-3 en donde la misión delictiva era contra organismos de ONG nacionales y extranjeros y defensores de los Derechos Humanos a los cuales fotografiaban y divulgaban grafitis amenazantes contra personalidades que se creían eran conspiradores. Se dice también que decenas de nombres reposan en el manual o en la lista de “blancos políticos” en el boicoteo de actividades de las ONG. Según su expediente; reseña tomada en una publicación de un diario capitalino.
Empero, hacer la paz implica un derecho genético cristiano, dar la vida por los demás.
Es valedero traer a colación un relato de un aventurero profeta de nombre Jonás, escogido por Dios para llevar un mensaje de castigo hacia una ciudad reinada por las malas conductas y con más de 120 mil niños inocentes entre sus habitantes; al término del relato, su gente entendió el mensaje, corrigió su conducta y la soberanía de la misericordia imperó sobre la ira.
No es descompensar revelar nuestra radiografía colombiana en cuanto a los peligros constantes de activistas de la Paz al enfrentarse a empresas criminales del narco terror organizadas y filtradas en las instituciones oficiales, lo penoso y doloroso ante el mundo es la complacencia o indiferencia de los hechos y, lo imperioso es el análisis y la reflexión de los hechos y sus rigurosos correctivos.
Lo descompensado será el no divulgar por estos mismos medios los logros obtenidos en materia de seguridad por nuestras fuerzas oficiales que velan a diario por la seguridad nacional, independiente de sus fluctuaciones en mandos medios, que con falsos positivos se violan los Derechos Humanos. Corregir con transparencia es la misión en todos los mandos.
Pese a este alto riesgo, apostarle a la paz del mundo son las mieles inherentes y bienaventuranzas encriptados en el corazón de un creyente. Y desde aquí debemos postular nuestras hojas de vida (perfil, vocación, valentía, convicción, voluntad y disposición) a la edificación del oficio pacifico colombiano, gubernamentales o no. Desde nuestras regiones, del país o de cualquier lugar del mundo. Misioneros a la esquiva Paz colombiana es nuestra aventura de fe por nuestro reino terrenal.

_Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza.
A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas_
Hebreos. Cap. 6, 11-12.

O R E M O S.
Saludo.
Julio.

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