miércoles, 21 de octubre de 2020

MI HISTORIA COMO ESCRITOR.

Gobierne quien gobierne nunca he sido apasionado ni agitador de las marchas, y ahora menos en plena zozobra contagiosa de este coronavirus. Movilizaciones sociales que son legítimas en una democracia, pero he considerado no llorar sobre la leche derramada, es decir, la injusticia social y política se filtra y se tolera desde lo electoral, en la elección de mayorías.

Y lo que hoy vemos es una infografía, un rebrote o una reinfección para utilizar términos pandémicos actuales. Marchan por inconformidades económicas que se heredan de gobierno en gobierno, es más, quienes no hacen parte de los gobiernos en su momento, celebran cualquier agitación de masas, esté o no justificada, solo con el fin de hacer ver al gobernante de turno como un líder nefasto.

Suelen salir intenciones y solicitudes populistas de revocarles el mandato, en el mayor grado de deslegitimación que sus opositores lo estimen oportuno y conveniente. Y este gobierno no es la excepción de no agitar y promover marchas, lo hizo fervientemente en dos periodos presidenciales cuando estuvo de opositor al gobierno Santos. Sembrar cizañas y luego recoger trigo. ¡No es posible!

Y para corroborar este malestar social les traigo para compartir en este artículo un dato periodístico local fehaciente de la situación económica del país, de un antes, y de un presente, poniendo un dedo en la llaga social de esta, mí amada pero sufrida Región Caribe colombiana:

Dayana Pérez y sus hijos se acuestan muchas veces sin probar alimentos. Solo el 68,1% de los hogares colombianos consumen las tres comidas. Su historia se repite en todo el Caribe colombiano: la pobreza aumenta. Con o sin pandemia, el hambre es la misma. @ErikaFontalvo.

Y yo, que sin ser periodista, heredé el arte de escribir mi opinión de conciencia. Heredado de un árbol genealógico que hasta ahora desconozco. Y llegó para quedarse. Porque desde hace unas dos décadas ha venido a hacer parte de mi agenda de vida. Y se ha ubicado entre mis prioridades cotidianas. Y mi necesidad de escribirle a la opinión pública es como el deber de: asearme, vestirme, alimentarme y trabajar.

Y así como he sido responsable con mi trabajo cotidiano, como técnico logístico, un trabajo del que obtengo el privilegio hasta hoy -en casi tres décadas- de llevar el pan a la casa, atendiendo con rigor las tareas asignadas, y así -distribuyendo el tiempo- rigurosamente también -pero sin pagos o prebendas materiales obtenidas- lo he sido con el arte de la escritura.

Y en su obviedad, cuando se dice privilegio laboral es porque uno vive en el país del desempleo y la inseguridad alimentaria, propia del Feudalismo –vasallos y señores-, siendo hoy injustificadamente incomprensible, porque han gobernado políticamente un territorio Rico en Biodiversidad y notable Talento Humano, pero con una muchedumbre que no tiene oferta para conseguir un trabajo digno y estable.

Gamaliel, fariseo doctor respetable en la ley israelita quien en concilio expresó que: si las luchas redentoras manifiestas para salvar vidas y sociedades, pero que son de carácter humano, con el tiempo serán dispersas y exterminadas y tristemente pasarán (...); Hechos 5:34.

¿Y por qué me hago acompañar de esta célebre frase del Evangelio? La respuesta, o mejor, la defensa es obvia, porque en el derbi de la confrontación política; no sea yo atrincherado y señalado como comunista, socialista o agitador de una lucha social encarnecida, de la cual no simpatizo y, que no doy fe que exista.

1 Timoteo 6:12 Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos.

sábado, 10 de octubre de 2020

NO SOY UN CANDIDATO.

El 15 de septiembre, del año en curso, publiqué mi artículo: Mensaje De La Luz; y entre sus apartes, en un párrafo le recordé a Rodrigo Londoño, alias: Timochenko, una cita bíblica en: Lucas 12:3, que palabras más, palabras menos, se refiere proféticamente a lo que uno hace o dice en la oscuridad, y luego, la vida misma se encarga de sacarlo a la luz pública.

Y pasado semanas, en octubre 06, este mismo personaje ratifica en una carta pública que: "Somos los únicos responsables de su muerte". Sabiendo que antes; las extintas Farc, de la cual fue su cabecilla, ratifica la autoría del crimen contra el político, Álvaro Gómez Hurtado.

Pero este pequeño testimonio, por así decirlo dentro del contexto místico, o coincidencia en la secularidad, por también decirlo en la textualidad de nuestra democracia. Lo cierto es que, el mensaje y los tiempos fueron coherentes, consecuentes y concluyentes. Independientemente de quien crea que fueron de coincidencia mística o secular.

Mas lo que ha expresado Timochenko y sus copartidarios de la guerra y ahora que son de su mismo partido político, ha traído unas consecuencias de discrepancias a los familiares de esta víctima, e indignación entre la opinión pública, pues dentro del Acuerdo del Desarme está estipulado para estos que fueron actores en armas el decir la verdad del conflicto armado; pero ahora se les pone en tela de juicio sus autorías de la guerra. ¡Palo porque bogas, y porque no!

Pero creerse el cuento que con decir una verdad, que por bien del Acuerdo mismo ojalá sea cierta comprobada ante los entes judiciales competentes, que crean ellos o cualesquiera, que van hacer “beatificados” en la inmediatez de una confesión macabra; erran de cabo a tajo, mas sin embargo, deben mantenerse coherentes, consecuentes con la palabra empeñada, y concluyentes con el Acuerdo.

Pues de consuelo entiendan ellos, desde la óptica mística, que Saulo no fue perseguido en su vida de justiciero, sino vilipendiado después de pasar ya como el valiente apóstol Pablo. Un caso que considero la metáfora de un individuo de pasar de la mentira a la verdad, o de la guerra, a la civilidad.

Pero bueno, que se esclarezcan los hechos, y las familias de todas esas víctimas sean consoladas moralmente por toda verdad revelada, y sean reparadas según lo estipulado en dicho Acuerdo; reparación material que para este caso de la familia, Gómez Hurtado, hubiesen preferido que el victimario fuese sido otro, y la reparación material, hubiese sido del Estado colombiano y, no de una migaja, si se comprueba que fueron las extintas Farc.

Mas paso a la antesala que inicialmente tenia para iniciar este artículo, del cual ratifico que NO soy un candidato electoral. Mejor que me consideren un mensajero adulador de la Palabra; Lucas 16:16 La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.

Y en lo secular, me considero: Un influencer social y político, en ejercicio legítimo de libertad en nuestra democracia. Por eso comparto este inusual mensaje de este político que estando en la oposición y con públicas aspiraciones electorales presidenciales, decida posponer su artillería de críticas al gobierno de turno. Porque el oportunismo es la anatomía de la política electoral, en toda la faz de la democracia.

Dijo: Necesitamos dejar de hablar de las elecciones de 2022 y concentrarnos en aliviar el sufrimiento de tantas personas que no tienen empleo, que no pudieron volver a estudiar y ven que no reciben el apoyo necesario del Gobierno Nacional. Esa es la prioridad. @SergioFajardo.

martes, 29 de septiembre de 2020

REVELACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.

Así como los ex-Farc están llamados a pedir perdón, también tienen que hacerlo, el Estado, los Paramilitares, y todos aquellos que están incluidos en la corrupción de este país, y que no han permitido que se de la Paz que necesitamos todos.

Así me lo escribieron, en respuesta a mi columna anterior. Y desde luego que no desestimo, más aprecio el disenso de ecuanimidad de la conciencia en la ciudadanía; nos sirve para consolidar el discernimiento para identificar, la reina de la corona, que es el discurso electoral de la supuesta justicia social. Engaño, que es un coronavirus disfrazado de democracia.

@elespectador: Gobernador del Magdalena pide consulta para retornar al federalismo. En los primeros años republicanos, de lo que sería Colombia, Antonio Nariño consideraba que la incipiente nación debía ser de corte centralista, mientras, Camilo Torres, impulsaba un modelo federalista. Y no estoy de acuerdo con esta proposición:

Porque considero que se debe ir por parte y por orden de prioridades; primeramente garantizar ante la ejecución en la conciencia pública, de que los recursos públicos sean sagradamente salvaguardados en la inversión social, porque a más inversión en manos del servidor ordinario, mayor crece la corrupción, tanto en la Nación, como en sus territorios descentralizados. Porque se pierde menos en el misterioso triángulo de las bermudas, que la plata para lo público. ¡Moralidad, es la incipiente!

Y aunque difiero de la propuesta del gobernador costeño, comparto la urgente necesidad de que se mire, incluso, hacia el pasado para analizar y equiparar hechos legislativos y gubernamentales que nos ayuden en el presente a proponer cambios propositivos políticos y sociales sustanciales para esta generación colombiana, más ahora, en medio de esta crisis socio-económica agudizada por esta ampolla mortuoria de la covid-19.

Y yo, en legítima democracia, encuentro en un relato bíblico que en momentos de amenaza de muerte y miedo a caer en manos de criminales, el profeta Elías, huyó hacia el desierto a una cueva para refugiarse y salvaguardar su vida; y solo después de terremotos, vientos y rayos, Dios le manifestó su socorro solo en presencia de una suave brisa. 1 Reyes 19:3-15.

Y a plata representativa de hoy, el verdugo huracán representa la legendaria falta de  oportunidad laboral justa, que sepultan socialmente a millones de colombianos a vivir en la extrema pobreza. Los rayos son el anarquismo y el despotismo de la clase política dirigente. Y el terremoto, es la sistemática amenaza criminal contra los jóvenes. Y el orden de los factores, no altera el producto, un producto que viene representando: la vergüenza, la humillación y la desidia que padece nuestro pueblo colombiano.

Y la brisa tenue, anhelo en mi fe, que sea el socorro de Dios salvaguardando la responsabilidad que le atribuye y compete a la ciudadanía, que en su libre albedrío y como constituyente primario, se haga participe activo de la emancipación para la transición de un Nuevo Gobierno, de un líder transitorio y apto para iniciar la Reconciliación Nacional.

Isaías 11:2. Y reposará sobre El, el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.

Pero que previamente a la elección de éste Mandatario, se debe democrática e insoslayablemente, renovar el Congreso de la República, por legisladores menos carnales viscerales, y sí, mayoritariamente: éticos, asertivos, justos y pacíficos.

@PapaFrancisco. Hemos de desmantelar la lógica perversa que atribuye a la posesión de armas la seguridad personal y social. Esta lógica sólo sirve para incrementar las ganancias de la industria bélica, alimentando un clima de desconfianza y de temor entre las personas y los pueblos.