martes, 29 de septiembre de 2020

REVELACIÓN PARA LA CIUDADANÍA.

Así como los ex-Farc están llamados a pedir perdón, también tienen que hacerlo, el Estado, los Paramilitares, y todos aquellos que están incluidos en la corrupción de este país, y que no han permitido que se de la Paz que necesitamos todos.

Así me lo escribieron, en respuesta a mi columna anterior. Y desde luego que no desestimo, más aprecio el disenso de ecuanimidad de la conciencia en la ciudadanía; nos sirve para consolidar el discernimiento para identificar, la reina de la corona, que es el discurso electoral de la supuesta justicia social. Engaño, que es un coronavirus disfrazado de democracia.

@elespectador: Gobernador del Magdalena pide consulta para retornar al federalismo. En los primeros años republicanos, de lo que sería Colombia, Antonio Nariño consideraba que la incipiente nación debía ser de corte centralista, mientras, Camilo Torres, impulsaba un modelo federalista. Y no estoy de acuerdo con esta proposición:

Porque considero que se debe ir por parte y por orden de prioridades; primeramente garantizar ante la ejecución en la conciencia pública, de que los recursos públicos sean sagradamente salvaguardados en la inversión social, porque a más inversión en manos del servidor ordinario, mayor crece la corrupción, tanto en la Nación, como en sus territorios descentralizados. Porque se pierde menos en el misterioso triángulo de las bermudas, que la plata para lo público. ¡Moralidad, es la incipiente!

Y aunque difiero de la propuesta del gobernador costeño, comparto la urgente necesidad de que se mire, incluso, hacia el pasado para analizar y equiparar hechos legislativos y gubernamentales que nos ayuden en el presente a proponer cambios propositivos políticos y sociales sustanciales para esta generación colombiana, más ahora, en medio de esta crisis socio-económica agudizada por esta ampolla mortuoria de la covid-19.

Y yo, en legítima democracia, encuentro en un relato bíblico que en momentos de amenaza de muerte y miedo a caer en manos de criminales, el profeta Elías, huyó hacia el desierto a una cueva para refugiarse y salvaguardar su vida; y solo después de terremotos, vientos y rayos, Dios le manifestó su socorro solo en presencia de una suave brisa. 1 Reyes 19:3-15.

Y a plata representativa de hoy, el verdugo huracán representa la legendaria falta de  oportunidad laboral justa, que sepultan socialmente a millones de colombianos a vivir en la extrema pobreza. Los rayos son el anarquismo y el despotismo de la clase política dirigente. Y el terremoto, es la sistemática amenaza criminal contra los jóvenes. Y el orden de los factores, no altera el producto, un producto que viene representando: la vergüenza, la humillación y la desidia que padece nuestro pueblo colombiano.

Y la brisa tenue, anhelo en mi fe, que sea el socorro de Dios salvaguardando la responsabilidad que le atribuye y compete a la ciudadanía, que en su libre albedrío y como constituyente primario, se haga participe activo de la emancipación para la transición de un Nuevo Gobierno, de un líder transitorio y apto para iniciar la Reconciliación Nacional.

Isaías 11:2. Y reposará sobre El, el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor.

Pero que previamente a la elección de éste Mandatario, se debe democrática e insoslayablemente, renovar el Congreso de la República, por legisladores menos carnales viscerales, y sí, mayoritariamente: éticos, asertivos, justos y pacíficos.

@PapaFrancisco. Hemos de desmantelar la lógica perversa que atribuye a la posesión de armas la seguridad personal y social. Esta lógica sólo sirve para incrementar las ganancias de la industria bélica, alimentando un clima de desconfianza y de temor entre las personas y los pueblos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario