MILLONES DE CIUDADANOS
NOVEDOSOS
Por un bache dejado este domingo
anterior por la no publicación permanente de mis columnas de opinión todas las
semanas, entendí por qué el cantautor de vallenatos, Diomedes Díaz, le escribía
canciones y le cantaba con pasión y con el alma a su fanaticada.
Pues bien, al parecer mi
"fanaticada" de lectores se viene acrecentando y manifestando en su
habitualidad lectura semanal constante, es más, un lector me pidió una
precisión al respecto del aumento del salario mínimo decretado por el gobierno
nacional.
Le precisé que fue una decisión
de mi fe comercial el querer cumplir ese mandato legal, aunque un profesional
de la administración y conocedor de la precariedad social de nuestra
municipalidad dada por los bajos ingresos económicos de la comunidad, dudaría
que alcance ese magno objetivo de ese monto anual.
No obstante, le expliqué que
siendo un comerciante provinciano, además de esa misma labor tengo un libro
publicado en el mercado de las letras, y sobre este trabajo he presentado un
proyecto social bibliotecario público municipal concerniente a mi arte
literario.
Es decir, que además de vender
flores elaboradas por las manos artesanas de quienes están en la nómina
informal comercial de mi negocio, yo lograse otros ingresos económicos
adicionales con mi labor literaria; luego entonces, mezquino fuese yo al no
cumplirles con lo que ya manifesté públicamente.
Resulta que desde hace más de dos
décadas en mi profesión de fe, pese a nuestra realidad de la carente situación
socioeconómica municipal, no concibo mirar y analizar un futuro social y
comercial de una manera próspera en mi renovada manera de pensar, escribir, y
actuar.
No obstante, de esos últimos
largos años nuevos vividos espiritualmente, vengo siendo crítico analítico en
cada inicio de año -desde enero- cuando la gente en lo común celebra un año
nuevo mas de vida, pero al final, siguen pensando igual a los años pasados.
"Y el que estaba sentado en
el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe;
porque estas palabras son fieles y verdaderas": Apocalipsis 21:5.
En una de esas películas de
Semana Santa, en la escena sobre la Pasión de Cristo, su director parece que
acuñó este versículo apocalíptico diciéndole Jesús de Nazaret en su viacrucis y
mirando a su madre María: "no temas mujer, yo hago nueva todas las cosas.
Ahora bien, he dejado poco
espacio, pero novedoso, para referirme a la titularidad de este artículo
dominical en este inicio de año 2025, donde los medios de comunicación nacional
le darán un mayor espacio informativo al proceso preelectoral presidencial año
2026.
Entre tanto, la lógica de los
aspirantes al cargo presidencial harán cuentas mínimas de esos 12 millones de
votos con los cuales se hizo elegir en democracia el actual gobierno de Gustavo
Petro.
Supongamos que una vez elegido el
próximo gobierno, malogradamente este tampoco logra avanzar en esos temas
cruciales de avance económico del sector masivo productivo público-privado
empresarial e industrial generadores de empleos formales.
Siendo así, yo esperaría que esos
mismos medios informen también que agrupando a millones de ciudadanos pensantes
en un nuevo porvenir social, para entonces, una revocatoria podría ser una
labor novedosa ciudadana para usarla en la democracia colombiana; porque
advertir es sinónimo de prevenir más viacrucis sociales.
Abre tu boca, juzga con justicia,
y defiende los derechos del afligido y del necesitado. Proverbios 31:9.
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