"Me preocupa mucho como insultan sin leer, sin entender la tesis ni la argumentación del otro. Todo se volvió una explosión de emociones. Moverse por eslóganes nos hace mucho daño": Alberto Linero.
Y también: "Desde Colombia,
atacaron a Estados Unidos, Europa y hasta la Nasa; lo hizo un hacker rumano,
que es uno de los creadores de la red cibercriminal que diseñó a
"Gozi", un virus informático".
Otra “perla” noticiosa más:
"Universidad Nacional suspendió el semestre 2021-1 tras atraso en clases
por cuenta del paro nacional. Y solo algunas sedes o programas, podrán
continuar con el cronograma académico". Recortes de prensa.
Y algo misterioso y maligno debe
haber en nuestra atmósfera, y en la simiente indolente del país, tendiente al
comportamiento delictivo de algunos pocos, pero que atemorizan y dificultan el
sano convivir de las mayorías.
Porque si en algo somos
prósperos, es precisamente en esto. Es algo malicioso que se hereda y que no
nos deja avanzar y progresar dignamente como Nación civilizada. Y menos, con
mérito propio.
Solo las únicas noticias que
logran unificar de júbilo a la Nación entera, son las efervescentes escaramuzas
de los logros de algunos deportistas, que sobresalen en diferentes competencias
a nivel mundial.
Del remanente farandulero queda
un santuario del delito que ha permitido la fecundación, el nacimiento, y el
crecimiento favorable para toda mala noticia, ya sean hechos de connacionales,
o de extranjeros atraídos por el mismo favoritismo.
Haciendo un poco de historia del
origen reciente, hay que recordar que aquí se incubó el delito político desde
el llamado Frente Nacional, en donde los más importantes y estratégicos puestos
y contratos públicos, se los rifaban entre esos dos bandos. Y morfológicamente,
así quedó heredado.
Luego después se fecundó, se
secundó, y se formalizó el negocio ilícito del narcotráfico, y sus carteles de
los crímenes organizados y bien remunerados.
Una práctica delictiva que hasta
el día hoy, es caldo de cultivo de máxima atracción nacional para la industria
cinematográfica internacional, a la que más réditos económicos y publicitarios le
produce.
Y por consiguiente, detrás del
crimen rentable para la farándula extranjera del negocio financiado por el
narcotráfico, han estado, además de los carteles dirigidos criminalmente por
Pablo Escobar, le siguen: guerrilleros y paramilitares, confabulados con la
política y las instituciones.
Y el Señor dijo: El clamor de
Sodoma y Gomorra ciertamente es grande, y su pecado es sumamente grave.
Génesis, 18:20
¿Pero cualquier pecado parecido
con nuestra realidad genética, es pura y mera coincidencia? Excepto que tenemos
una democracia malqueriente por la impotencia, indignación y la rabia; donde
solo la rebelión violenta y vandálica, “puede” derrocar la represión histórica.
Porque no es admisible, y menos consecuente,
que los funcionarios públicos, elegidos en democracia por voto popular, y
pagados cuantiosamente con recursos del mismo pueblo, no tengan la capacidad
mínima absoluta para resolver conflictos sociales desde su perfil de trabajo.
Y no hemos sido exterminados como
sociedad, como sí lo fueron otras razas humanas, es porque la fertilidad maternal,
y la resiliencia de este pueblo, han superado en números, el exterminio por el
delito criminal antes mencionado.
Pero, sobre esta bondad
inconmensurable de la vida histórica colombiana, ¿aún sueña alguien hoy, que
Colombia será grande y reconocida, en medio de esta democracia putrefacta por
todo lo conocido y desconocido?
¡Conclusiones! Entonces
revalidando en democracia lo que le preocupa a Linero, porque todo se volvió
emociones, de las mayorías para defender a ciegas el eslogan de la represión. Y
en las minorías, la refundación emocional, y física de la rebelión vandálica.
Pero el Señor dijo: ¿Ocultaré a Abraham
lo que voy a hacer? Génesis 18:17.
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