domingo, 15 de noviembre de 2020

OIGAN A ESTE LEGADO.

Se ha dicho que no hay muerto malo. Incluso desde la política, porque aunque las encuestas ciudadanas de opinión y el decir en las calles, es que, la política es uno de esos escenarios más vilipendiados de una sociedad, no solo por sus actos, sino también, por sus gestos despectivos cuando ya están elegidos en un cargo público. Por lo anterior expuesto. Tampoco hay muerto malo, aun siendo político, el difunto.

Resumen de la prensa nacional: Remembranza de un liberal auténtico.  Serpa supo jugar limpio en el escenario de la política y dio de qué hablar durante cinco décadas de lucha permanente por un ideario que defendió hasta su muerte. En el clímax de la pelea, el hombre que se la jugó por Samper y enfrentó el alud que se le vino encima fue el político santandereano.  

Y juntos empezaron a gobernar a Colombia con el sol a las espaldas por el lío de los narcocasetes. Fue: “El más combativo”. Así también lo describen sus más cercanos copartidarios. “La paz es muy difícil mientras valga más una bala que una idea”: Horacio Serpa. @LaPrensa. Y para nadie es un secreto que en esta última frase, no se equivocó en su filosofía.

¡Son muertos buenos, que dejaron grandes enseñanzas! Aunque algunos, o la gran mayoría, en su vida pública tuvieron la capacidad política del discurso elocuente y, políticamente correcto, con un discernimiento exógeno engañoso para hablar con elegancia y poder de convencimiento para conquistar muchedumbres de adeptos. Pero hay que despedirlos como héroes.

Pero en los sentimientos de valores de un ser humano está el respetar y rendir respeto a la memoria de los muertos y solicitud de consuelo a sus familiares. Hasta cuando oigan decir a viva voz: Dejad que los muertos entierren a sus muertos; y es porque el seguimiento al trabajo para bien de los vivos, no admite justificación ni ninguna distracción; aun, del ruido doloroso por la muerte de un ser querido. Mateo 8:22.

Y tomar frases del Evangelio de la vida, para animarle la vida públicamente a un líder político que se admira por su trasegar en la política, es precisamente, Marta Lucía Ramírez, quien le dice a Uribe que “Jesucristo también recibió odio”. La vicepresidenta lo hizo a través de Twitter donde aseguró que el “servicio” que ha dado el exsenador al país “ha sido muy grande”. @LaPrensa.

Y a la Vice, con todo el respeto que merece, hay que complementarle la analogía para bien del líder político del partido de gobierno actual. Gobierno del cual, ella hace parte. Porque si vamos a citar el Evangelio, hay que hacerlo con su debido contrapeso de sacrificio místico demostrado con ecuanimidad y compatibilidad para que la enseñanza sea viva, eficaz y digna de admiración.

Tenga entonces en cuenta la Vice, el líder y sus seguidores cristianos que: Si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad. Lucas 6.34. Y así actúan TODOS los extremismos de la política nacional.

Porque en una sociedad enlodada por el odio que va y viene, la Reconciliación Nacional, no la vamos a conseguir con adulaciones públicas personalizadas, o bien sea, a creyentes religiosos y líderes políticos que solo aplican a manera de consolación, una sola porción de las enseñanzas del Evangelio de la Vida. ¿Frases citadas y sesgadas para justificar la enemistad política y armar carroña? De eso abunda.

Romanos 5:10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.

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