Se ha dicho de todo en cuanto a
la turba que propició el estallido del tanque de combustible que enlutaron a decenas
de familias habitantes del corregimiento de Tasajera; y en sí, en cada caso que
se origine un saqueo en esta Costa Caribe, ya sea material o económico, es una vergonzosa
estigma regional más, en nuestro historial cultural.
Y siguieron las imprudencias en
las vías, después de Tasajera, en un video quedó registrado a otro grupo de
habitantes costeños que saquean un camión que transportaba pescado que se había
volcado en la vía que comunica a Barranquilla y Cartagena.
Y en retrospectiva histórica sobre
la necesidad imperiosa de paliar el hambre, esto encontré: ¿No habéis leído lo
que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la
casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer…? Mateo
12:4.
Y de regreso al presente, no hay a la vista noticias regionales
que hayan generado comportamientos políticos que le demuestren a la opinión nacional, de que
quienes nos representan en la actualidad legislativa, de ellos, se están generando
hechos memorables que muestren un cambio de conducta.
Porque del nuevo presidente del
honorable Congreso de la República, un costeño, de la casa política de los
Char, se dice de él, en los debates nacionales periodísticos, que es más músico
que congresista, que no presenta proyectos, y que es de los más ausentistas, o
vagos, y pare de contar.
En cambio en su más íntimo cerco político
y electoral costeño, se dice y se defiende que es una persona: buena gente;
pero eso de “buena gente” está estructurada nuestra idiosincrasia costeña, que
bien lo relataba y defendía, de cuento en cuento, uno de nuestros escritores insignias:
David Sánchez Juliao.
Porque eso de ser buena gente, no
es suficiente del todo, ni individualmente nadie nos va a representar con dignidad
y justo criterio.
Y ahora angustiados en medio de
la pandemia, la gobernadora del Atlántico, y el alcalde de Barranquilla, se han
unido a los líderes religiosos de diferentes credos en una jornada de oración
realizada de manera virtual a través de redes sociales, con el fin de elevar un
clamor por la salud de los atlanticenses y, en especial, por aquellos
contagiados de la covid-19.
Aunque es justo y necesario, pero,
igual o parecido a lo de ser: buena gente, tampoco es suficiente el congregar
todo el credo religioso solamente ante esta crisis; para que esta comunidad,
por misericordia divina, sigan de pie en sanidad física, pero, literal,
continúen de rodillas ante el hambre que genera la mezquina política propiciada
por la misma dirigencia costeña. Ya sean llamados, unos individualmente: de buena,
o “mala” gente.
Pero, en hora buena, ya hay asomo
mundial de la vacuna contra la covid-19, y aunque se demore para llegar hasta
nuestra Nación, ya la sola noticia genera optimismo en la gente; y por la
gracia dada a los creyentes, se fortalezca la fe y la esperanza, y el virus se vaya
arrinconando.
De esta misma manera espiritual, que:
Por Lo Más Sagrado, debemos continuar haciendo anuncios de perpetuo optimismo y
con hechos ciudadanos determinantes para enfrentar las ya tradicionales pandemias
antisociales electorales politiqueras que vienen generando pobreza y muerte.
Porque el que siembra para su
propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Gálatas 6:8.
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