Y no paran los vergonzosos hechos
de mis coterráneos costeños implicados y señalados en temas de corrupción política
electoral, de la administración pública y del poder judicial.
En @ElTiempo: El procurador
general Fernando Carrillo señaló que tras la huida de la exsenadora Aída
Merlano, está una sofisticada “empresa criminal electoral”.
El jefe del ministerio público
dijo que la fuga no es una coincidencia y que se da a menos de 20 días de las
elecciones regionales y justo cuando se escuchaban versiones de que se iban a
dar a conocer declaraciones que iban a comprometer a “varias castas políticas”.
Yo respeto la credibilidad y las
intenciones del jefe de la cartera pública por pretender decir que estos hechos
nefastos podrían ser desfavorables para los implicados; soy escéptico, porque
eso de que los escándalos de corrupción sobre los temas electorales van a
cambiar de mal para bien, son más bien predecibles para que el mal ejemplo continúe
reinando.
Recuerden lo del exfiscal Martínez
y sus anuncios mediáticos de los hallazgos nauseabundos de este fraude
electoral, pero calló para “no” alterar en su momento crucial las elecciones
presidenciales pasadas.
Porque no hay coincidencias. Los
escándalos son premiados hacia las sagaces estratagemas electorales en muchas
regiones del país. Aún más radical. Acá en la maltrecha Costa Caribe.
Y lo escribí en mi anterior artículo,
usando otros términos, pedí que: lloremos, lamentémonos y hagamos plegarias por
la situación abominable de la corrupción electoral de la ciudad histórica, la
Cartagena de Indias; que, de sus fraudulentos actos criminales contra la
democracia participativa, luego de las regionales, lo clonan hacia las presidenciales.
Lean esto; @BluRadioCo: Candidato
a Alcaldía de Bello tendrá que hacer campaña con brazalete del Inpec. La orden
fue dada por un juzgado de Bello, que lo investiga por tres delitos. Y sobre
este particular, como lo describe alguien: es que estamos en “locombia”.
Twitter de @CancinoAbog Que
valientes quienes someten a la hija de Ayda Merlano a la exposición de los
medios! (..) ¡Cuánta afectación a la dignidad! ¡Cuánta bajeza! ¡Que tristeza de
país! Y alguien añadió: Puro populismo punitivo. Y otra escribió: Esto es culpa
de la madre de la joven.
Y a nosotros desde la nobleza
costeña nos indignan esta crucificada mala imagen nacional dada por la
seguidilla de un sinnúmero de escándalos políticos, administrativos y de la
justicia, que desdibujan nuestra moral caribeña. ¡Región donde se requiere un
cambio de liderazgo político insoslayable!
Y en lo nacional entiendo y
comprendo las razones personales y partidistas para defender a sus líderes políticos;
y tengo compasión humana, de haber muerte política por vía de la justicia, por algunas
acciones erráticas en la vida pública y privada. Y tarde que temprano, la vida
nos pide cuentas. ¡A todos!
Y en nuestros pueblos antepasados
hubo llanto y lamento ante la caída de líderes, pero no estaba en las cuentas de
sus gobernados que debía venir un nuevo ambiente de liderazgo. Léase: 1 Samuel
16.
Murió a los 344 años Alagba, la
tortuga más vieja de África. Vivió en el palacio de un rey durante siglos. Y
ustedes se preguntarán: y a qué viene esta noticia ahora.
Porque he oído de primera mano y
en las redes sociales decir con pragmatismo que; este país no lo arregla nadie
y, yo en particular, creo lo contrario. Porque aún en tiempos de turbulencias tengo
fe. Pero debemos suplicar sobre un tiempo longevo para seguir bregando. Pero para
Bien de muchos.
1 Samuel 2:6-7 El Señor da muerte
y da vida; hace bajar al Seol y hace subir. Empobrece y enriquece; humilla y
también exalta.
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