Sucedió con un gran creyente que en un pasado, reciente viernes, recibió
una noticia que lo había desestabilizado en su espiritualidad y moral, pues la
muerte había visitado su entorno familiar
y llevado a un gran amigo. Familiar contemporáneo, vecino de toda su
infancia, compartiendo la pubertad y la madurez con este creyente. Pues con él
comió y bebió en sus tiempos mozos.
Ya en un éxtasis imaginario este
creyente; le dieron la oportunidad –imaginaria- de concederle un deseo que lo
aliviaría en su estado emocional; lo
lógico momentáneo era pedir la resurrección de su familiar, no antes sabiendo
que esto solo es posible en los tiempos de Dios y venida de Cristo.
Ya en un estado ciudadano; pensó como segunda opción, viendo además, la
euforia alegría presente de las históricas conquistas olímpicas –Londres 2012-
conseguidas por sus coterráneos y conciudadanos colombianos; solicitó ver aires
de paz social a través de tener políticas públicas con características
disciplinarias olímpicas, es decir, tener un consolidado de gobiernos con legislaturas
y ejecutorias sociales emanadas desde un
corazón patrio olímpico; deslegitimando la histórica corrupción y
criminalidad campante. ¡No! le dijeron. Espera mejor soluciones en los tiempos
de Dios y Cristo. ¡Imaginación! olímpica.
Veamos ahora realidades y notas en la prensa: Nace un nuevo movimiento
ciudadano: Pedimos la Palabra, con personalidades como estas: el exalcalde de
Bogotá y excandidato presidencial Antanas Mockus, el exministro y
exconstituyente Antonio Navarro, la exministra Cecilia López Montaño, el
exministro José Antonio Ocampo, el exmagistrado de la Corte Constitucional José
Gregorio Hernández, el exalcalde de Medellín Alonso Salazar, la politóloga y
analista Claudia López, el columnista Pedro Medellín, la exdirectora de la Dian
Fanny Kertzman, entre otros connotados líderes nacionales.
Pido la Palabra es un colectivo de ciudadanos demócratas e indignados que
buscan ejercer la controversia con argumentos y propuestas, alejados de la
polarización política y la demagogia, dijo Claudia López. Hay intelectuales,
académicos y políticos. La idea es unir fuerzas para recuperar el sentido
público, ético y representativo de la política. Resumen.
Controversia, dilema y escepticismo entre la opinión pública cada vez que
un cierto movimiento político surge a la palestra ante la opinión ciudadana,
como una tercería en tiempos de indignación legislativa, como ahora por la
famosa derrota de la reforma a la justicia; porque si son personas con cierto
grado de reconocimiento, pero con tinte político electoral, se dice en el
ciudadanismo de a pie, que son los mismos con las mismas; y si son
personalidades cívicas, que estos no tienen ni voz ni voto en el espectro
político, en donde se toman las grandes decisiones económicas y sociales del
país.
Entonces se desprende una frase de cajón y humorística: Quién podrá
defendernos, de tanto escarnio público contra este pueblo indefenso en apatía y
elevado disenso democrático ciudadano.
Pero más aun de cualquier escepticismo realista que parezca, ya que al
final se sobreponen los intereses personalizados que conllevan a la ruptura de
las ideologías comunes y sociales, como la ola verde, por ejemplo, pero quedó
un remanente de participación ciudadana activa en las redes sociales. Hay que
seguir Pidiendo la Palabra, como auténticos ciudadanos demócratas.
Mas yo como ciudadano y creyente, hago lo propio: ¿Es para vosotros
tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa
está desierta? Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: Meditad bien sobre
vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis,
y no quedáis satisfechos, os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a
jornal recibe su jornal en saco roto. Meditad sobre vuestros caminos, repica el
Señor. Hageo, profeta.
Saludo, Julio.
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