miércoles, 10 de marzo de 2010

VENCER EL MUNDO

Colombia es un país depresivo y mentalmente enfermo: Asociación Nacional de Psiquiatría.
Y más de 146 mil atlanticenses sufren trastornos psiquiátricos. Especialistas aseguran que la problemática viene aumentando por la violencia y la pobreza.
Utópico el querer Vencer el Mundo masivamente frente a esta problemática creciente en la región y en el país.
El delirio crónico y ambicioso del individuo desnaturalizado, la demencia juvenil y adulta, un desorden afectivo, el estado anímico depresivo y su alteración del pensamiento serian algunas características para que una nación rodeada de esta enfermedad masiva y creciente día a día alcance hacer somatizada en su ruina demencial y ser incompetente psíquicamente en todos los niveles sociales.
Partiendo que el único patrimonio a salvaguardar es la racionalidad de las personas en su sano juicio e insoslayable la defensa para su estabilidad, el desarrollo y la competitividad humana en un Estado de gobierno pionero a la prevención de salubridad mental y sostenida su mantenimiento para una comunidad integralmente coherente en su proceder y criterio.
_Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa en medio de la cual resplandeceréis como luminares en el mundo_ Filipenses. Cap. 2, 15.
Se me hace difícil e imposible el tocar temas sociales trascendentales y no canalizarlos por las venas políticas y la administración pública, porque de todo patrimonio económico estatal se derivan y se toman las decisiones más fundamentales para el desarrollo de grandes potencias de naciones en el mundo, o el daño colateral político, el mapa del subdesarrollo nuestro.
_Asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado_ Filipenses. Cap. 2, 16.
Nuestra sociedad colombiana sufre una demencia bipolar: están los dementes rurales encaminados a engrosar las filas de la guerrilla que apunta de sangre y fuego agreden la población civil usando la delincuencia común y a la vez lucrándose del negocio del narcotráfico y la extorsión de personas; y al otro extremo: están los dementes urbanos encubiertos de servidores públicos que desangran el patrimonio económico del Estado y en su mal proceder se roban las oportunidades para una vida digna y de un justo convivir para muchos.
Y ya consolidadamente la demencial degradación, nuestra sociedad sufre por la pérdida de la credibilidad de las personas por su vana palabrería, su retórica, su discurso trasnochado de la efímera justicia social y con ellos las discusiones bizantinas propias de una vieja y sucia manera de hacer la política de gobierno, de sucia oposición o contra la justicia por la vía de hecho.
Queda solo un camino por recorrer. Asidos evocando la palabra de vida para no correr y trabajar en vano. Esta es nuestra salida y la gloria terrenal para el hombre de buena voluntad y la de muchos seguidores convincentes en la demostración de la confiabilidad de esta, nuestra palabra por fe y esperanza.
_Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad_ Filipenses .cap. 2, 13.
Saludo. Julio.

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