sábado, 25 de enero de 2020

ECONOMÍA POR LA FE


Mi estimado lector; tú que me has venido leyendo, que por concordancia de esta fe social no me has ignorado y quizás lo vienes haciendo paulatinamente.
Comprendo que a otros ya no las leen porque he herido susceptibilidades, otros son escépticos a que esto algún día prospere, o a ti, que por primera vez has leído uno de mis pensamientos en fe.
A todos los activos. Ustedes que vienen tratando de digerir propositivamente mis ideales no convencionales -locuras de la fe- en este mundo confuso de la opinión pública. Sean todos pacientes y tolerantes.
Paciencia. Lo pido públicamente, primero para mí, porque al igual de ustedes, sueño en el convivir con una raza humana más humanizada, sí, en este país del Sagrado Corazón y, al mismo tiempo, el país del delito, campeones en corrupción y agresores al que piensa y cree distinto. Generalizo. Lo inculto, lo vengativo y lo insensato, eso es lo nuestro.
Pensar y actuar creyendo que podemos vivir con solidaridad y sagradamente respetuosos y cuidando del bienestar ajeno, siempre seremos la piedra en el zapato, de que, si nos acercamos a sus labores públicas para tener conocimiento de causa de sus quehaceres rutinarios, podríamos ser una amenaza fulminante para quienes administran lo público, teniendo oculto el interés particular.
Como también soy de los que pienso, creo y espero que no seamos eternamente una población con un mínimo de gente inmersa en la criminalidad y la corrupción, otra, valiente y denunciante, y con una mayoría pasiva y conforme; creo firmemente en el trabajo pedagógico, constante y persistente que nos haga reflexionar y trabajar en un solo frente social digno y justo.
Papa Francisco: Trabajar juntos para vivir la hospitalidad, especialmente hacia aquellos cuya vida es más vulnerable, nos hará mejores seres humanos, discípulos mejores y un pueblo cristiano más unido.
Los creyentes y leídos del Evangelio saben que en: Juan 21:25, se dice que los milagros de sanación del alma y del cuerpo, para entonces, si se hubiesen documentado, no cabrían los libros de hechos de fe que beneficiaron la comunidad de esa época.
¡Contrario! para nuestra época. Al día de hoy, nuestro territorio colombiano, literalmente, también sería demasiado corto, pero para almacenar todos los libros si pudiéramos escribir detalladamente el “manjar” delictivo de nuestra enferma sociedad.
Un grueso ejemplo institucional, serían los hechos corruptibles en las tres ramas del Poder Público; desprestigiadas a mas no poder.
Pero tenemos la única oportunidad de desestimar todo laso afectivo ideológico provenientes de idearios políticos que no generan ninguna esperanza de país; llámenlos o señálenlos como quieran: capitalismo, socialismo y comunismo, entre otros desgastes intelectuales.
Hay gobernantes que se han desgastado su intelectualidad infructuosamente buscando factores internos y externos para incrementar el desarrollo económico del país. Pero no han contemplado el devenir de una economía turística internacional movida y atraída por lo novedoso de nuestra fe.
Ya es tiempo de idear un reinado pluralista de opinión defensora y solidaria ante las Necesidades Básicas Insatisfechas en los hogares colombianos. Esto al entendido que la criminalidad y la corrupción impune se deben condenar al unísono y sin contemplaciones dentro de la ciudanía.
Y creo y tengo plenitud de confianza que, pese a la cruda realidad, conservo alta probabilidad de que una nueva página social y política ya la estamos escribiendo desde nuestras esperanzas para tener un país que genere una cultura al respeto con alto valor espiritual, moral y ético por lo que creemos y hacemos.
Por lo cual, puesto que recibimos un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia. Hebreos 12:28.


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