Se están viendo serias consecuencias previstas por haber firmado Tratados
de Libre Comercio con gigantes en esta materia comercial, que son los paros en
varias regiones del país, y esto es apenas el principio de lo que ha de presentarse
con los sectores del Agro colombiano, específicamente.
Tiene este gobierno Santos que atender con una verdadera Agenda Interna eficiente,
ecuánime y transparente, para tratar de ir contrarrestando las decrepitas condiciones sociales campesinas, que son las desigualdades
en casi todo el grosor geográfico colombiano, en unas regiones más que en otras.
Inequidades que son el reflejo de las astronómicas desventajas competitivas
ante la globalización comercial que hemos de asumir.
Hay que sacarle pecho a lo que no se puede echar marcha atrás. Se dice: Que
la competencia trae desarrollo. Y para estar colgando mediocremente y sin
esperanza ¡es mejor caer!
Contando con una ciudadanía con conocimiento de causa, lo más libre
posible y despierta y con líderes con independencia y con capacidad de
convocatoria. Superando la polarización que
hacen parte de los intereses particulares y partidistas, de la cual esta
sociedad colombiana es promotora en dividir y manipular. Incluidos en una proliferación
de Partidos Políticos inestables y con visibles grietas ideológicas insalvables.
Por otro lado y con un mismo efecto de las sublevaciones de las
comunidades campesinas en las manifestaciones sociales, es la coyuntura de que
si este gobierno se ha atrevido a dialogar con los insurgentes, su lógica es
que con quienes se creen que están en la legalidad y en desventaja socio económica,
también lo haga de la misma manera propositiva que hace con los guerrilleros en
la Habana. Estos son algunos de los retos que se han de asomar como postconflicto
y que este mismo gobierno debe asumir en aras de conseguir el fin del conflicto
en armas y disminución de la pobreza.
Todos los análisis a bien de un futuro promisorio sin la guerra, por simple
lógica se deben reflejar en las próximas contiendas democráticas sin las armas.
La garantía es ir constituyendo unas Instituciones Públicas con credibilidad y
con administraciones de justicia idóneas.
¡Lo anterior! Es un espejismo que hay que desvanecer en la mente
ciudadana y hacer aterrizar, por más cruel que sea su realidad si queremos en
verdad vivir para ver y contar el desarrollo de nuestros pueblos.
De lo contrario, que nadie venda ideas utópicas, sobre todo en las próximas
contiendas electorales en donde la demagogia y su politiquería son las armas
mortales en este escenario de la retórica electoral. Incluyendo ahora a los intelectuales
insurgentes quienes fungirán como otros salvadores de la patria.
Prensa Farc: Nadie desconoce que
un acuerdo de paz se construye conjuntamente, y que la bilateralidad es asunto
clave. Pero la fortaleza del acuerdo solo la puede dar el constituyente
primario, verdadero garante de legitimidad y defensor de su propia soberanía.
La voluntad nacional es la que manda.
Las organizaciones sociales y el
pueblo en general, pueden tener la certeza de que no estamos fraguando nada a
sus espaldas. Damos nuestros pasos de cara al país y hacia él dirigimos
nuestras propuestas políticas y sociales, que no son otra cosa que los mandatos
populares surgidos de los distintos foros organizados en torno a los temas de
la agenda.
_Si alguien te ataca, no será de
parte mía; quienquiera que te ataque, contra ti se estrellará. Yo he creado al
destructor para aniquilar. Ningún arma forjada contra ti tendrá éxito, e
impugnarás a toda lengua que se levante a juicio contigo. Tal será la heredad
de los siervos del Señor y las victorias que alcanzarán por mí_ Isaías, Cap. 54.
Saludo, Julio.