Caso cerrado para este título que
es lo concerniente a lo que agrada y genera perfume de gratitud y de honra y a
la vez dignifica a la comunidad. Y que en mi tierra lo hay.
¿Cuánta calidad de gente y
profesionalismo no le ha aportado Sabanalarga, ubicada geográficamente como
epicentro del Departamento del Atlántico, aportándole al desarrollo social,
educativo, deportivo y económico de esta Región y a nivel nacional? ¡Sabanalarga!
Una tierra de pujanza campesina honrada y trabajadora.
Y léase también: Una lista
interminable de maestros, abogados, médicos y científicos, masiva obra de mano
calificada de técnicos y profesionales, ministros de gobiernos, candidatos
presidenciales y gobernantes elegidos por voto popular entre otros que han
dignificado la localidad y la Región.
Y que le han dado una identidad por
su conocimiento como si de allá brotase una “peste intelectual” dada a sus
descendientes.
Y en particular. Gente que en su
mayoría le brota una devoción cultural admirable por lo religioso y lo
espiritual y con un alto valor sensible de humanidad y, a grosso modo, no es un
pueblo o una comunidad cualquiera.
Lo que no han visto mis ojos y no
he encontrado en su historial de hechos ancestrales y recientes es hombres
influyentes que se jueguen la vida abiertamente por la Paz y la Reconciliación
Nacional.
Y que no es más que un agotamiento
inagotable a la integración e integralidad de hechos políticos y
administrativos que coadyuven a la ejecución de proyectos humanísticos y
pluralistas con responsabilidad a la gestión pública para la creación de
oportunidades locales laborales justas y formales y facilidad para que nuestros
coterráneos y aquellos de sus alrededores encuentren acceso cercano y público a
la educación técnica y profesional.
Y para estas labores
insoslayables, no necesariamente debemos ser gobernantes o aspirar a serlo; hay
gente presente con nobleza de alma, temor a Dios y preparación intelectual y de
conocimiento administrativo que nos pueden representar.
Y a los pragmáticos de la cruda realidad,
les digo que toleren mi ingenuidad porque sé que no creen que a punta de
plumazos de opinión en este Blog y compartidos por las vías tecnológicas de las
redes sociales se logren conseguir consensos de moralidad, ética,
espiritualidad e integridad política y administrativa en mi tierra, primeramente,
en estas venideras elecciones populares.
¡No sé tú! Pero mi fe se ha
empecinado ostensiblemente a masificar el legado de respeto y admiración de
nuestros ancestros.
Reflexión papal: Si no escuchamos
la voz del Señor, nuestro corazón se vuelve como la tierra sin agua. Por eso el
Señor dice: No endurezcáis vuestros corazones.
Profeta Jeremías: 7,3. Así habla el
Señor, Dios de Israel: Mejoren su proceder y sus obras, y yo me quedaré con
ustedes en este lugar.