El modelo económico estatal que nos rige durante décadas en Colombia;
modelo del cual muchos políticos, ex gobernantes, legisladores y grandes gremios
industrializados y empresarios han hecho parte directa e indirecta para la
fortaleza y sostenimiento en pro de sus intereses particulares.
Un modelo inequitativo que viene a hacer parte voluminosa del conflicto
interno que alimenta la criminalidad y la desigualdad social existente. Un
modelo que los insurgentes negociadores de las Farc ahora pretenden dar de baja
en las pretensiones de finalizar el conflicto en un abrir y cerrar de ojos bajo
la primicia de una firma ¡Error!
Téngase hoy en cuenta también que muchos actores de la vida pública
anteriormente nombrados, hoy fungen en sus discursos políticos como salvadores
de la patria y defensores absolutos de los menos favorecidos resguardando ellos
este mismo modelo económico inequitativo que afecta los ingresos económicos de
un gran grueso de nuestras familias.
Suele para estas épocas de fin de año donde empieza el génesis del descontento
de quienes trabajamos bajo esta escala laboral excluyente y acuestas del
deterioro salarial; mas cuenta ahora esta clase proletaria con una voz
solicitaria entre los funcionarios del
gobierno Santos, voz que proviene de estos estratos socio-laborales y que se
hace sentir cada año como casi único defensor de este gremio asolador;
comparto:
Vicepresidente, Angelino Garzón, pide al Gobierno ser generoso con
aumento del mínimo. Dice que así como lo fue con el sueldo de congresistas,
debe serlo con los trabajadores del país.
Por este mismo sendero de
inconformismo salarial, empieza la puja del inconformismo laboral: Organizaciones
que representan a los trabajadores en Colombia rechazaron tajantemente la
propuesta de aumentar en un 3.5% ($20.600) el salario mínimo legal (SML) en el
país y pidieron un trato igualitario como el que el Gobierno recientemente le
dio a los congresistas concediéndole una prima especial de servicios de
$7.898.445. En ese mismo sentido se expresaron varios usuarios de las redes
sociales. Prensa.
El desempleo, el empleo informal
y el empleo mal remunerado es la más
grande afrenta contra la dignidad de nuestras familias; algunos gobernantes han
pretendido y conseguido que el asalariado subsidie al desempleado restándole
los ingresos al primero para que el
empleador a su libre albedrio y de su posible buena fe y de buen corazón,
creara más empleo: ¡Craso Error! Causando aun mas deterioro del paupérrimo
asalariado colombiano.
Se entiende y se da por
descontado la imposibilidad de que todos estemos en el mismo nivel económico
por el mismo diseño del mundo. Lo posible es que en los países con régimen democrático
y constitucionalizado en los Derechos Fundamentales se vaya consiguiendo
gradualmente políticas públicas que den los mínimos de seguridad y bienestar a
sus habitantes.
La calidad del empleo y sus
amplias demandas, es un propósito insoslayable de sabia gobernabilidad en estos
países a la vanguardia de la modernidad y sobre la base de la justicia social.
Los números y sus estadísticas de
empleo del Gobierno actual vienen demostrando avances, que son muy respetables
en medio del conflicto interno. Pero que la clase trabajadora y sobre todo la ciudadanía se involucren
defendiendo o cuestionando lo que los gobernantes hagan o dejen de hacer en pro o en contra,
respectivamente, ya es señal de ir: Por el buen Camino.
_Señor, que por tu palabra has
hecho todas las cosas, que con tu sabiduría has formado al hombre, para que
domine sobre toda la creación. Para que gobierne el mundo con rectitud y
administre justicia con recto corazón.
Dame la sabiduría, que reina junto a ti. Porque soy tu siervo, hijo de tu
sierva_ Libro de la Sabiduría Cap. 9.
Saludo, Julio.