Mi estimado lector; tú que me has
venido leyendo, que por concordancia de esta fe social no me has ignorado y quizás
lo vienes haciendo paulatinamente.
Comprendo que a otros ya no las
leen porque he herido susceptibilidades, otros son escépticos a que esto algún
día prospere, o a ti, que por primera vez has leído uno de mis pensamientos en
fe.
A todos los activos. Ustedes que
vienen tratando de digerir propositivamente mis ideales no convencionales
-locuras de la fe- en este mundo confuso de la opinión pública. Sean todos
pacientes y tolerantes.
Paciencia. Lo pido públicamente, primero
para mí, porque al igual de ustedes, sueño en el convivir con una raza humana más
humanizada, sí, en este país del Sagrado Corazón y, al mismo tiempo, el país
del delito, campeones en corrupción y agresores al que piensa y cree distinto. Generalizo.
Lo inculto, lo vengativo y lo insensato, eso es lo nuestro.
Pensar y actuar creyendo que
podemos vivir con solidaridad y sagradamente respetuosos y cuidando del
bienestar ajeno, siempre seremos la piedra en el zapato, de que, si nos
acercamos a sus labores públicas para tener conocimiento de causa de sus
quehaceres rutinarios, podríamos ser una amenaza fulminante para quienes administran
lo público, teniendo oculto el interés particular.
Como también soy de los que pienso,
creo y espero que no seamos eternamente una población con un mínimo de gente inmersa
en la criminalidad y la corrupción, otra, valiente y denunciante, y con una
mayoría pasiva y conforme; creo firmemente en el trabajo pedagógico, constante
y persistente que nos haga reflexionar y trabajar en un solo frente social
digno y justo.
Papa Francisco: Trabajar juntos
para vivir la hospitalidad, especialmente hacia aquellos cuya vida es más
vulnerable, nos hará mejores seres humanos, discípulos mejores y un pueblo
cristiano más unido.
Los creyentes y leídos del
Evangelio saben que en: Juan 21:25, se dice que los milagros de sanación del
alma y del cuerpo, para entonces, si se hubiesen documentado, no cabrían los
libros de hechos de fe que beneficiaron la comunidad de esa época.
¡Contrario! para nuestra época. Al
día de hoy, nuestro territorio colombiano, literalmente, también sería
demasiado corto, pero para almacenar todos los libros si pudiéramos escribir
detalladamente el “manjar” delictivo de nuestra enferma sociedad.
Un grueso ejemplo institucional, serían
los hechos corruptibles en las tres ramas del Poder Público; desprestigiadas a
mas no poder.
Pero tenemos la única oportunidad
de desestimar todo laso afectivo ideológico provenientes de idearios políticos
que no generan ninguna esperanza de país; llámenlos o señálenlos como quieran: capitalismo,
socialismo y comunismo, entre otros desgastes intelectuales.
Hay gobernantes que se han
desgastado su intelectualidad infructuosamente buscando factores internos y
externos para incrementar el desarrollo económico del país. Pero no han
contemplado el devenir de una economía turística internacional movida y atraída
por lo novedoso de nuestra fe.
Ya es tiempo de idear un reinado
pluralista de opinión defensora y solidaria ante las Necesidades Básicas
Insatisfechas en los hogares colombianos. Esto al entendido que la criminalidad
y la corrupción impune se deben condenar al unísono y sin contemplaciones
dentro de la ciudanía.
Y creo y tengo plenitud de
confianza que, pese a la cruda realidad, conservo alta probabilidad de que una
nueva página social y política ya la estamos escribiendo desde nuestras
esperanzas para tener un país que genere una cultura al respeto con alto valor
espiritual, moral y ético por lo que creemos y hacemos.
Por lo cual, puesto que recibimos
un reino que es inconmovible, demostremos gratitud, mediante la cual ofrezcamos
a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia. Hebreos 12:28.