El país apenas conoce a Alicia
Arango, la ahora directora del Centro Democrático. Una mujer poderosa que estuvo detrás del trono del
presidente Alvaro Uribe, como su secretaria privada, durante los ocho años de
mandato.
¿Quiere el uribismo un partido
histórico? Sí. Los integrantes del Centro Democrático queremos un partido que
trascienda de generación en generación, que vaya más allá de las elecciones,
que tenga mucha profundidad en sus ideales y que además respete el legado de Alvaro
Uribe.
¿Como una manera de tener vigente
a Uribe? Así es. Lo consideramos necesario para Colombia, que su legado sea el
faro que alumbre las futuras generaciones. ¿Para qué un partido uribista si a
Uribe parece que no le gustan los partidos? A él sí le gustan, lo que no le gusta
es el desorden de los partidos porque se desvían de su sentido, de su
ideología. Los partidos en Colombia se han vuelto, desafortunadamente,
instrumentos electoreros.
A Uribe lo pueden catalogar de
caudillo. ¿Y al uribismo dónde lo pones? ¡No! Nosotros tenemos principios que
emanan del presidente Uribe basados en cinco pilares fundamentales: seguridad
democrática, confianza inversionista, cohesión social, diálogo popular y Estado
austero. ¿No es eso lo que necesita este país para seguir adelante? Eso no es
caudillismo, eso es un faro para que Colombia tenga una estrella a la cual
seguir. Para que Colombia no se desvíe del camino.
Usted que es amiga de Uribe y de
Santos, ¿cree posible una reconciliación? El tema no es de reconciliación. El
tema es de país. Con esta frase, concluyó esta entrevista.
Hay puntos ideológicos incluyentes
con la postura de Alicia: Formación duradera de los partidos políticos, hasta que
se logre exterminar los partidos de garaje.
Que quienes se sientan
identificados plenamente con el legado de su líder político en la personalidad
de Alvaro Uribe, lo exalten y lo trasciendan como un faro para algunas futuras
generaciones en sus cinco pilares ideológicos, aunque cuestionables en sus
gobiernos en la Seguridad, hasta que se exterminen los falsos positivos; y
resarcir el detrimento salarial de muchos trabajadores del cual fuimos
afectados sustancialmente. Fundamental que promulguen y promuevan la confianza
inversionista, el diálogo social y el Estado austero.
Lo que considero como una herejía
constitucional por el contrasentido a la perentoria consecución de la paz
nacional, ya que al promover este diálogo social, se excluya la
reconciliación entre TODOS los colombiano en este modelo de país al cual
Alicia exalta.
¡Alicia! Vale recordarte,
políticamente, quizás uribistas, antisantistas, o de otras corrientes
ideológicas y apolíticas también, pero fervientes creyentes cristianos y
suprapartidistas en su corazón: Que un Buen pastor deja sus noventa y nueve
ovejas ya reconciliadas, y sale a salvar la que hace falta. Y este legado
cristiano data en más de dos siglos de vigencia.
¡Pero alguien a fin defendería!
que aquí con este modelo de país propuesto, solo se requiere de la consecución
del mayor voto electoral posible, aprovechándose del estar inmersos en este
conflicto armado sin fin.
Sobra decir que la intolerancia histórica
de más de cinco décadas en esta violencia fratricida, a falta de un modelo de
país incluyente para reconciliarnos, hoy está trascendiendo entre nuestra misma
convivencia urbana, no con balas asesinas solamente, sino con ácido. Quemándole
el rostro a muchas mujeres colombianas.
_La sabiduría, en cambio, sacó de
apuros a sus servidores. Llevó por caminos seguros a Jacob, hombre justo, que huía
de la ira de su hermano, le mostró el reino de Dios y le dio el conocimiento de
las cosas sagradas; le dio éxito en sus trabajos y multiplicó el fruto de sus
fatigas_ Sabiduría, Cap. 10.
Saludo, Julio.
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