La potencialidad de la fe
cristiana ya tiene su génesis histórico y su definición social. De la elite del
cual titula este artículo, data y está basada también en determinaciones del
mismo evangelio. Porque la vanagloria es una fe lucrativa en lo personal. ¡Pero
juzgadamente! muerta ante el juicio del pueblo de Dios.
Totalmente aterrizado sobre la
realidad en nuestro diario convivir comunitario, ya en el escenario político,
es que pensamos igual –aquí trato de interpretar consolidadamente la fe de
otros ciudadanos colombianos- quienes mostramos optimismo moderado en la
finalización del conflicto armado, vía de diálogos en la Habana.
Acompañamiento y apoyo ciudadano que
no es una ciega o novatada confianza en la contraparte beligerante de la
guerrilla Farc, ¡No! De ninguna manera. Es la ambientación atmosférica humana y
pacifista las que nos mueve el piso.
¡Ahora! para frenar un poco e
humanizar la controversia, por los frutos en la reconciliación a que lleguemos acercándonos a la pacificación de nuestros
pueblos, ahí, nos conocerán y nos juzgarán.
Hilando por el mismo lado: El
secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, pidió recientemente al presidente Santos acelerar las
conversaciones de paz con las Farc y elogió la valentía y el coraje del
Mandatario para afrontar un conflicto que podría cuestionar su liderazgo.
Afirmó que su país siempre
apoyará el objetivo de llegar a una paz negociada, pero esto no es fácil porque
hay críticos y hay gente que quiere hacer que esto retroceda. Para Kerry, si se
logra la paz se van a desarrollar potencialidades más allá de las fronteras
colombianas.
Según el funcionario, Estados
Unidos contribuirá en la etapa postconflicto a fortalecer las instituciones de
justicia, una reforma agraria, la lucha antidroga y la desmovilización de
combatientes. Prensa.
Que no nos matemos internamente a
plomo ya es un logro. Pero no menoscabando el esfuerzo, la valentía política ya
que el presidente Santos puso su carne electoral en el azadón de un juicio
ciudadano ante una posible desaprobación mayoritaria, si llegase a fracasar en
el intento de los diálogos en la Habana.
La paz duradera lleva muchos más
ingredientes socio-económicos y de justicia que cualquier desprevenido
ciudadano puede interpretar y refutar ante una firma al fin del conflicto con
las Farc.
¡Ahora! La crítica constructiva
es un aderezo fundamental para desvanecer las pasiones e ir reforzando el debate;
como se dice: No todo lo que brilla es oro.
Finalizar el conflicto armado no
es para acabar las discrepancias ciudadanas y sus diversas ideologías
políticas; sino es la creación de un escenario plural democrático, en donde el
que mejor proponga ideas sociales, económicas y culturales, masifique y consolide pueblos, ese, o mejor esos, sean quienes nos dirijan
como pueblo civilizado y próspero en justicia y equidad.
Al parecer la valentía y el
coraje político del presidente Santos, que hace referencia John Kerry,
Secretario de Estado de los Estados Unidos; contagió de esta manera con una coherencia
política continental; ya que así lo asumió su presidente al restablecer
relaciones diplomáticas con el gobierno Cubano.
El mismo presidente Obama quien además
reconoció la importante mediación del Papa Francisco; Hecho que evidencia el
recorte de la distancia entre el servicio social de una fe cristiana laboriosa comedidamente
con el compromiso socio-económico político que nos rige.
Esta elite de fe social es
inversa a la exclusión congénita. Esta integra justa y civilizadamente a los
pueblos.
_Entonces ustedes me invocarán, y
vendrán a mí en oración, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán,
porque me buscarán de todo corazón. Sí, yo dejaré que ustedes me encuentren, y
haré que cambie su suerte_ Profeta, Jeremías, Cap.29
Saludo, Julio.